La Marianne o hacia una
cartografía de los eventos
Volumen I
Retrospectiva de lo cartografiado.
Alguien intenta ensamblar todas las rutas
que le conforman como si un mismo puente
se proyectara sobre todos los abismos.
1992. Chongoyape-Gosheim.
Mi padre soñó con caballos.
La lentitud de sus crines
erosionando el atardecer
en el desierto de Sechura
como esta cálida ofrenda
que aterriza a los pies
de un viejo y silencioso Gulliver.
Equinos de paso. Su galope abría estas flores de arena
hacia el infinito ( ∞ )
y sus cascos
atravesaban
el lomo de un godzilla enterrado
por las leyes de los arenales moches
al pleno estallido de la marinera.
1992. Desde los postes
se han descolgado como a perros las noticias
y mi padre desaparece bajo algo parecido a la lluvia:
este galope destrozando nuevamente
la corteza de los algarrobos
hasta confundirse con nubes o polvo imaginario,
el humo de la noche tan efímero como
las huellas dejadas por el paso de la infancia
que ya no volverá
salvo cuando sea junio
y (este recuerdo dejado en altorrelieve)
nos garúe.[1]
A LAS VÍCTIMAS DE LAS ESTERILIZACIONES FORZADAS
1993. No tan al norte, Marianne,
tu espada
ya no tocará las trompas de las mujeres
que desearon traerme al mundo
con mis fallas geográficas en las mejillas.
Allí,
donde cualquier sombra facsimilar a todos los cuerpos
desaparece entre bosques rurales
o al fondo destas novíssimas galaxias
trazando una vez más
l’inevitable expansión de la periferia
torrenteras sanguíneas
subiendo con la velocidad de un árbol
in crescendo hacia las nubes
hasta expandirse
hasta disolverse en nosotros
y neutralizar
la contaminación de todo lo distinto
como si un pedazo de chaco naciera de repente
y neutralizara el sagrado poder de la hoja.
Allí,
donde se arquea el Misti
y no es más que un Goliat
con la cabeza hachada
por las primeras ocupaciones terrícolas.
Ciudad Municipal - Semi Rural Pachacútec
Y desde
allí,
todas las hijas ausentes al filo del metal
aprenderán a vomitar este alfabeto
la propagación de toda célula desde la estampida
inventando un espejo necesario para lo visible
Marianne,
y así, levantar del estruendo
esta enorme flama azul:
luz que atravesó las lonas de las carpas médicas
luz que atraviesa ya las autopistas sin asfaltar
luz que atraviesa la tierra vomitada por los Apus
luz que atraviesa como ave todos los ecosistemas del mundo
hasta llegar a la punta deste acero
y desanudar con él los hilos que suturaron estas cicatrices
expuestas ahora
como pétalos de carne
polinizando el centro de las plazas públicas.
1986. Quebrada del Infiernillo, Machaguay.
Desde los huertos,
José Manuel observa
la continuidad de su semilla
guiada esta vez
por el último paso del Halley:
yo.
Deste grano los oídos en la carne segunda.
7 años después…
Arequipa, Cerro Colorado.
Marianne,
nadie creyó que la existencia de una canción
podía delinear el contorno
de los ríos y las cordilleras
hasta darnos forma;
nadie le creyó a José Manuel
que estas músicas invisibles
habían sido ya alumbradas
con la brillante saliva de los astros,
nadie creía que la huella de una canción
seguía palpitando aún
en la cadena montañosa
de nuestra genealogía
tan efímera
tan soluble en este caldero humeante del universo
tan volátil
como si el destino de todos los astros
dependiera destas pupilas que los contemplan
como si su destino
dependiera también destas músicas
creadas por todos los hombres [2]
conservar, así,
este fuego azul para evitar el hurto,
devolverle el sonido
a estas bocas que siguen cantando
hasta levantar con el aire
las cenizas de todas las aves
que murieron izando sus alas,
de todos los chiguancos
que se posan en este árbol
prediciendo las lluvias estacionales
y de todos los cisnes
con el cuello roto
gracias a este poema.
Más allá del infierno, vive Manuel Oviedo
por no ver a los diablos, yo no voy a verlo.
QUINTENTO MACHAGUAY, “Corazón mío”.
*Inédito
Notas
[1] Chabuca Granda, "José Antonio".
[2] José María Arguedas. El zorro de arriba y el zorro de abajo.
Robert Baca Oviedo
[Arequipa, Perú, 1986] Egresado de la escuela de Literatura y Lingüística de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA). Ha realizado los postgrados en Estudios Hispanoamericanos en la Universidad Sorbonne Nouvelle-Paris III (Francia) y en Artes y Lenguajes de la École des Hautes Études en Science Sociales (EHESS) de París. Publicó los libros de poesía Ideograma (2006) y Poemaoffroad (2010). Cabe destacar que Carta para Mónica Santa María (2017), Una procesión al interior del útero de la Marianne o simples cartelazos desde la república de repúblicas (2018) y Oración a Juan Santos Atao Wallpa o la subversión de l’Invisible (2019) forman parte de una trilogía de artefactos poéticos. Actualmente realiza el doctorado en Estudios Hispanoamericanos en la Universidad Sorbonne Nouvelle y su trabajo de investigación se basa en las relaciones entre literatura y artes visuales de la Amazonía.