Ni blanco ni violeta
Nada más pido. Contemplar el cielo
que transfigura mi tierra.
Lejos
de los encantadores lugares de la náusea
donde es fría el alma,
similar a un crisantemo
ni blanco ni violeta.
Né bianco né viola
Nulla più chiedo. Contemplare il cielo
che trasfigura la mia terra.
Lontano
dagli incantevoli luoghi di nausea
dove l’anima è fredda,
simile a un crisantemo
né bianco né viola.
A una niña que ha regresado a su mar
Te diré, Grazia, que
puedo pensar en cabras,
en tardes que se deslizan a lo largo de los lomos
curvos de las vacas en los pastizales.
Cuánto tiempo lleva cerrada
la habitación donde he grabado mi nombre
sin soberbia,
escrito mis primeros versos. Quietos los bultos
del techo, que tiempo atrás eran ojos.
Muertas las viejas tías.
Pero los arroyos tienen en los bordes
de su canto el verde más joven.
Y rayo tras rayo
puedo sentir asentarme
en esta hora sobre el cuerpo y no me quejo
si como un viejo resueno a eso por dentro.
Con gusto perdono
al viento y en un exiguo prado
me detengo a recordarte
a ti, que inmersa en la hierba me gritabas:
“Mira, estoy nadando en el mar”.
A una bambina tornata al suo mare
Ti dirò, Grazia, che
posso pensare a capre,
a sere scivolate lungo schiene
curve di vacche ai pascoli.
Da quanto tempo è chiusa
la stanza dove ho inciso il mio nome
senza superbia,
scritto i miei primi versi. Fermi i groppi
del soffito, che un tempo erano occhi.
Morte le vecchie zie.
Ma i ruscelli hanno agli orli
del loro canto il più giovane verde.
E raggio insieme a raggio
del sole posso sentire posarmi
in quest’ora sul corpo, e non mi lagno
se come un vecchio dentro ne risuono.
Volentieri perdóno
al vento e in un esiguo prato
m’arresto a ricordare
te che immersa nell’erba mi gridavi:
“Guarda, nuoto nel mare”.
De enero
Pienso en el invierno de este pueblo.
Habitación blanca, huerto solitario, fruto desnudo.
Olvídate de los pájaros, los hilos, las ramas.
De roble las hojas, tan pardas,
si un soplo las traspasa parece crujir:
aquella que de eso ha hablado está ya lejos.
Pienso en la nieve muy sucia, y mientras tanto huye
este reo tiempo[1], el cielo se vuelve blanco.
Contra el ojo impregnado de esclerótica
la banderola no se mueve más.
Di gennaio
Penso l’inverno di questo paese.
Bianca stanza, orto solo, frutto nudo.
Scordarti dagli uccelli, i fili, i rami.
Di rovere le foglie, così brune,
se un soffio le trascurre come scricchiano:
colei che ne ha parlato è già lontana.
Penso la neve sozza, e intanto fugge
questo reo tempo, il cielo si fa bianco.
Contro l’occhio pervaso di sclerotica
la banderuola non si muove più.
A mi mujer, en el campo
Del fondo de la vasta cuenca,
boca arriba cerca de un agua impaciente
por alejarse del viejo glaciar,
ahora que los viandantes de brazos tatuados
han retomado el camino hacia el paso
podemos mirar las vacas.
Pocas han subido a la cima del acantilado y cuelgan
sin hambre ni sed,
las otras demoran a media costa
donde con seguridad hay hierba
y sin chocarse, con laboriosos tirones,
pastan; hasta que una
levanta su cabeza como tronco hacia el cielo,
muge a una nube quieta como un barco.
Y llegan niños con ramas que no usan,
ángeles del bullicio inevitable,
y de pronto dos vacas echan a correr
con toda la triste languidez de los ojos
que crecen hacia nosotros.
Pero tú desde lejos, no te asustes, no asustes
al hijo que en ti madura.
A mia moglie, in campagna
Dal fondo del vasto catino,
supini presso un’acqua impaziente
d’allontanarsi dal Vecchio ghiacciaio,
ora che i viandanti dalle bracce tatuate
han ripreso il cammino verso il passo,
possiamo guardare le vacche.
Poche sono salite in cima all’erta e pendono
senza fame né sete,
l’altre indugiano a mezza costa
dov’è certezza d’erba
e senza urtarsi, con industri strappi,
brucano; finché una
leva la testa a ciocco verso il cielo,
muggisce ad una nube ferma come un batello.
E giungono fanciulli con frasche che non usano,
angeli del trambusto inevitabile,
e subito due vacche si mettono a correre
con tutto il triste languore degli occhi
che ci crescono incontro.
Ma tu di fuorivia, non spaventarti,
non spaventare il figlio che maturi.
En el “día” 25 de febrero de 1971
Domenico Brutto el loco que en la clínica médica
de la Universidad
ha asesinado al hijo y a la cuñada
herido a seis personas ha sido
capturado
en Recco a trece horas del drama
Helo ahí
maniatado
llevado a la cárcel
En la página
cuatro leo sobre cinco jóvenes
paduanas que acabaron con el auto en un canal
de irrigación
Han muerto con el disfraz más bonito
mientras iban al baile de fin de Carnaval
Nel “giorno” del 25 febbraio 1971
Domenico Brutto il pazzo che nella clinica medica
dell’Università
ha ammazzato il figlio e la cognata
ferito sei persone è stato
catturato
a Recco a tredici ore dal dramma
Eccolo
ammanettato
portato in carcere
A pagina
quattro leggo di cinque ragazze
padovane finite con l’auto in un canale
d’irrigazione
Sono morte con l’abito più bello
mentre andavano al ballo di fine Carnevale
Nebelzone[2]
Al regresar la patria
ya no olía
a estiércol, la calle resplandecía
de mica y en la niebla estabas tú
que pasaste junto a nosotros
con un jocoso camión
de juguetes amarillos, rojos, azules.
Nebelzone
Al ritorno la patria
non odorava più
di letame, la strada luccicava
di mica e nella nebbia eri tu
che ci passasti accanto
con un lepido camion
di giocattoli gialli, rossi, blu.
Desde hace muchos años
Desde hace muchos años mi padre
no tiene sed.
O tal vez todavía le dura.
“Me bebería el universo”, decía en la época del heno.
Era cierto una sed exagerada,
una cosa como del canto XXX
del Infierno o del XIII de
Jerusalén Liberada.
No puedo imaginarme a mi padre
en ninguno de los reino llamados
“de ultratumba”, no sé hasta qué punto
la sed tenga que ver con eso, aquella sed suya
de sheriff acechado por los cansancios mortales
hacia la hora de la cena,
cuando era mejor no ir a su encuentro,
no pedirle nada, dejarlo descansar.
Da molti anni
Da molti anni mio padre
non ha più sete.
O forse dura tuttavia.
“Io berrei l’universo” diceva al tempo del fieno.
Era certo una sete esagerata,
una cosa da canto trentesimo
dell’Inferno o tredicesimo
Della Liberata.
Non so figurarmi mio padre
in nessuno dei regni cosiddetti
d’oltretumba, non so fino a che punto
c’entri la sete, quella sua sete
di scheriffo insidiato da stanchezze
mortali verso l’ora di cena
quando era meglio non venirlo a trovare,
non chiedergli nulla, lasciarlo riposare.
La cháchara
Mientras el Eyjafyallajökull[3]
cubría de cenizas los cielos,
dirigiéndose al Papa un cardenal
declaraba: “el pueblo de Dios
no se deja ciertamente impresionar
por la cháchara del momento”.
Sin tener en cuenta a los doscientos
niños sordomudos abusados.
*Traducción del italiano y notas de Reinhard Huaman Mori
[1] Ugo Foscolo, “Alla sera”.
[2] “Zona de niebla”, título original en alemán.
[3] La última erupción del volcán islandés Eyjafyallajökull se produjo el 19 de abril de 2010 y sus cenizas llegaron a cubrir un área de miles de kilómetros cuadrados, provocando una interrupción del tráfico aéreo y casi 100 000 vuelos cancelados en territorios europeos. A contrapartida, la disminución del tráfico aéreo ocasionó a su vez una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero de aproximadamente 2,8 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Giorgio Orelli
[Airolo, Suiza, 1921 - Bellinzona, Suiza, 2013] Fue un poeta suizo en lengua italiana. Estudió en la Universidad de Friburgo donde fue discípulo del filólogo románico Gianfranco Contini. Su poesía sigue la línea contemplativa y reflexiva marcada por el hermetismo italiano, aunque con un férreo sentido de la realidad y de los "objetos" que hay en ella. Entre sus poemarios destacamos L'ora del tempo (1962), Sinopie (1977), Spiracoli (1989), Il collo dell'anitra (2001).
Esta es la primera vez que se publica la poesía de Giorgio Orelli en español.
Reinhard Huaman Mori
[Lima, Perú, 1979] Ha publicado los poemarios el Árbol (2007) y fragmentos de Fuego* (2010), así como la plaquette de poesía Ella (12 secuencias) Isabel Archer (2015). Sus poemas sueltos y dispersos aparecidos previamente en revistas, diarios y antologías han sido reunidos y publicados en el volumen titulado E·C·O·S (2019). Fue director de la revista Ginebra Magnolia.
Actualmente, es el OJO izquierdo de esta revista.